Autores :Bowie-Genesis- Dylan-Waters-Gonzalez -Aristi López

Cinco años
Empujándose en el mercado, muchas madres miraban.
Las noticias estaban llegando, nos quedan cinco años para llorar.
El repartidor de noticias lloró cuando nos dijo que la
Tierra realmente estaba muriendo.

Oí teléfonos, la Casa de la Ópera, melodías favoritas.
Vi niños, juguetes, planchas eléctricas y televisiones.
Me duele el cerebro como un almacén, no tiene lugar disponible.
Tuve que aprender tantas cosas para acumularlo todo ahí.
Y toda la gente gorda-flaca, y toda la gente alta-baja,
Y la gente insignificante, y la gente importante.
Nunca creí necesitar tanta gente.
Una muchacha de mi edad se volvió loca, golpeó a
unos niños pequeñitos.
Un soldado con un brazo roto, clavó su mirada en las
llantas de un Cadillac.
Un policía se arrodilló y besó el pie de un sacerdote,
Y un maricón vomitó al ver esto.
Creo que te vi en un puesto de helados tomando
Malteadas frías y largas,
Sonriendo y meciéndote y viéndote tan bien, no creo
que supieras que estabas en esta canción.

Y hacía frío y llovió y entonces me sentí como un actor
Y pensé en má y quise volver allá.
Tu cara, tu raza, la manera en que hablas.
Te beso, eres hermosa, quiero que camines.
Tenemos cinco años clavados en mis ojos.
Tenemos cinco años, qué sorpresa.
Tenemos cinco años, me duele mucho el cerebro.
Tenemos cinco años, eso es todo lo que tenemos.


 David Bowie


El borrego se acuesta en Broadway
Y el borrego se acuesta en Broadway
Manhattan de madrugada,
Vientos del océano soplan sobre la tierra.

El Palacio del Cine está cerrado,
Los espectadores de toda la noche tuvieron su
diversión,
Durmiendo barato en la función de media noche.
Es el mismo y viejo tiempo-final para irse.
¡Lárguense!
Parece que no pueden dejar su sueño.
Hay algo que se mueve entre el vapor de la banqueta.
Y el borrego se acuesta en Broadway.

Los pilotos nocturnos sienten sus dolores.
La farmacia baja las cadenas.
El movimiento metálico revienta
Pero la gasolinera puede apagar su sed.
La suspensión crujió en el camino sin asfaltar,
Los ojos de los camioneros leen “sobrecargado”.
Y afuera del metro
Rael, el Chavo del Aerosol Imperial,
Sale a la luz del día, ocultando su arma de spray.
Y el borrego se acuesta en Broadway.
El borrego de veras parece fuera de lugar,
Ahora el escenario de Broadway encuentra un foco
 en su cara.
De algún modo está acostado ahí,
Trae quietud al aire.
A pesar de las luces artificiales, de noche es muy
brillante.
No hay víctima encalada,
Cuando el neón se apaga por el abrigo blanco.
Rael, Chavo del Aerosol Imperial,
Frota su arma —ha olvidado lo que hizo.
Y el borrego se acuesta en Broadway.

Susana fatiga su trabajo terminado,
Piensa en pesos-besos-reventón-neón.
El guante de terciopelo del taxista toca el claxon.
Y el rey del aserrín escupe su desprecio.
¡Mujeres maravillosas te vuelven ciego!
¡No me mires! No soy tu tipo.
¡Soy Rael!
Algo dentro de mí acaba de comenzar,
Dios sabe lo que he hecho, Y el borrego se acuesta en
Broadway.
—En Broadway.
Ellos dicen que las luces siempre brillan en
Broadway. Ellos dicen que siempre hay magia en el
aire.

 Mike Rutherford / Tony Banks / Peter Gabriel / Steve Hackett / Phil Collins 




La respuesta está en el viento
¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre
Antes de que sea llamado hombre?
¿Cuántos mares debe atravesar la paloma blanca
Antes de dormir en la arena?
Sí, ¿cuántas veces deben volar las balas de cañón
Antes de ser prohibidas para siempre?
La respuesta, mi amigo, está en el viento,
La respuesta está flotando en el viento.
¿Cuántas veces debe un hombre levantar la vista
Antes de poder ver el cielo?
Sí, ¿cuántos oídos debe tener un hombre
Para poder escuchar a la gente que llora?
Sí, ¿cuántas muertes serán necesarias para comprender
Que ya ha muerto demasiada gente?
La respuesta, mi amigo, está en el viento,
La respuesta está flotando en el viento.
¿Cuántos años puede existir una montaña
Antes de ser deslavada por el mar?
Sí, ¿cuántos años puede vivir alguien
Antes de que se le permita ser libre?
Sí, ¿cuántas veces puede un hombre voltear la cabeza,
Fingiendo no ver nada?
La respuesta, mi amigo, está en el viento,
La respuesta está flotando en el viento.


Bob Dylan




 
Eclipse
Todo lo que tocas
Todo lo que ves
Todo lo que pruebas
Todo lo que sientes
Todo lo que amas
Todo lo que odias
Todo lo que temes
Todo lo que guardas
Todo lo que das
Todo lo que pactas
Todo lo que compras,
Ruegas, prestas o robas.
Todo lo que creas
Todo lo que destruyes
Todo lo que haces
Todo lo que dices
Todo lo que comes
Toda la gente que conoces
Todo lo que desprecias
Con todos los que peleas.
Todo eso es ahora
Todo eso se ha ido
Todo eso está por venir
Y todo bajo el sol está en armonía
Pero el sol está eclipsado por la luna.


 Roger Waters


                                                                        Gabriel Gonzalez
Presencia Eterna 
Llegaste de casualidad, que es el término que se le dan a las situaciones que no se comprenden pero que tienen su razón de ser.
   Te habían comprado para ser el reemplazo de alguien de tu misma raza, pero ya más grande en edad. 
   Eras un bebe, aunque poco le importaba a tu reciente hermana grande, ella no tenía compasión de vos y no quería sentirse desplazada, por eso te atormentaba siempre que podia. Cuando llegaba quien te había comprado, corrías a tomar agua y tratar de comer algo, cosa que no hacias durante todo el día, debido al acecho de tu hermana mayor. 
   Ella dijo que no se dio cuenta, y te ofreció como obsequio. Te fuimos a buscar, te encontramos chiquitita y toda marcada, las uñas y dientes feroces habían hecho mella.
   Mientras las amigas hablaban, vos rondabas a mi alrededor, te concentrabas en los cordones de mis zapatillas, que para vos eran enormes monstruos que merecían ser cazados. Le tiene miedo, le dijeron a mi esposa, viendo como la pequeña jugaba con mi pie. Claramente entendía poco de conducta animal, ya sea gatuna o humana. Nosotros nos entendíamos a la perfección.
   Seguiste jugando, cada vez más atolondrada, subiste a una escalera y estuviste a punto de caerte, quedaste balanceándote boca abajo, corrí dispuesto a atajarte si te llegabas a desprender. Pero no fue necesario, pude tomarte en mis manos y allí nació ese vínculo duradero, envuelto en un sonoro ronron eterno.
   Te llevamos a casa en una cajita, te llamabas Blue, por tus hermosos ojos azules, pero sentíamos que ese nombre no te representaba, y te llamaste Sasha por un tiempo, hasta que, con el devenir de los días, quedo forjado tu nombre definitivo, Pipi. Eras hermosa, sos hermosa.
   En tu nueva casa, había otra gata tambien, pero si bien quiso imponer autoridad, sabias que no era lo mismo que la anterior y poco a poco se fueron hermanando; durmieron juntas, jugaban, trepaban bibliotecas y comías a tus anchas. Tu carácter juguetón se hizo presente casi enseguida, te trepabas a todos lados, pedios mimos, nos hablabas, estabas con nosotros todo el tiempo.
  Armamos un arbolito de navidad y descubriste que te gustaba enredarte entre las guirnaldas, tirar las pelotas de plástico y corretear llevando entre tus patas unos regalitos de telgopor envuelto en papel celofán.
   Descubriste la terraza y saliste a pasear, te perdiste, te buscamos a los gritos hasta que volviste a aparecer, con cara de sorpresa, no entendías nuestros rostros de angustia y temor. Te mantuvimos encerrada un tiempo, hasta que aprendimos que eras libre, que te gustaba el sol, el aire en el rostro y te dejamos salir. 

   Eras muy inteligente, entendiste que nos preocupábamos por vos y no te ibas lejos.
   Vinieron luego otros gatos, rescatados, con los que mantuviste distancia, pero no hubo peleas.
   Cuando salíamos de vacaciones, te ibas con los vecinos que se quedaban a cuidarlas, no te gustaba estar sola.
   Quisimos tener un hijo tuyo, porque eras, sos, hermosa pero no quisiste saber nada y respetamos tu decisión, te castramos, estuvimos a tu lado mimándote mientras te reponías. Estuviste triste un tiempo, pero volviste a ser la misma por muchos años más.
  Paso mucho tiempo; te enfermaste, tu pelo comenzó a caer y adelgazaste. Tenías problemas en los dientes nos dijeron y te extrajeron algunos. Repuntaste
   Pero volviste a enfermar, tiene problemas glandulares nos dijeron y te volvieron a operar, ibas a tener que tomar medicación de por vida. Vane aprendió a vacunar para darte tu medicina y a darte pastillas.
  Tu boquita se torció, pero seguiste siendo hermosa.
   Pasaron más años, y vimos como volvías a ser esa gordita hermosa que nos cautivo cuando te vimos por primera vez.
  Te llevamos de vacaciones con nosotros, porque tenías que tomar medicación de por vida, descubriste nuevos lugares, te escapaste, y te volvimos a buscar. Estabas en el pasto, ese que descubriste en estas salidas, donde te revolcabas con felicidad. Conociste a Lobo, a Luna y Lola, te aceptaron, aunque con reservas.
  Saludaste a Lobo, refregando tu cabeza en su pata, Lobo se dejó mimar por vos.
  Seguiste enfermando.
  Dejaste de comer
  Te llevamos al médico, Vane madrugaba para llevarte al hospital escuela, lugar donde estaban los mejores profesionales de la salud felina.
  Pero no pudieron sacarte a flote.
  Aguantaste como una fiera, te vimos sufrir y sufrimos con vos, la opción era dejarte ir o ayudarte a irte, pero era difícil.
  Un día te volviste a escapar, estuviste todo un día y una noche fuera.
  Pensamos que te habías ido y no querías que lo supiéramos
  Pedí al universo volver a verte una vez más, para poder darte un último abrazo.
Y volviste, mágicamente, estabas en la terraza, tomando sol, flaquita y con la carita sucia.
Te tome en mis brazos y baje con vos, llorando de alegría y tristeza, como ahora
Te pudimos abrazar por 20 días más.
Quisiste volver a irte, pero no pudiste caminar
Te acostaste debajo de la cama, cerca nuestro.
Cuando me levanté, te habias ido definitivamente, tranquila, suave y feliz. Porque sabemos que fuiste feliz, tanto como nosotros con vos.
Te abrazamos fuerte una última vez, te dijimos que te amamos, que nos perdones lo que no supimos hacer bien y que no te íbamos a olvidar.
Te fuiste como llegaste, con magia, hermosura y amor.
Gracias Pipi. Hoy correteas en el cielo de los gatos jugando con todos los que nos precedieron, esperando a que te vayamos a ver una vez más para darte ese último abrazo eterno, el del alma

                                                                           


LA JUSTA MEDIDA                             © Diego Aristi López            

Cuentan
que hay una vara en París
que mide oficialmente
cuán larga
la tenés.

Hemingway prefirió el caño de su escopeta
Morrison la hilera de botellas vacías
que dejó Roth
Valle-Inclán el bastón
Ian Curtis una soga
los pedófilos del siglo XX los niños de Tánger
Cortázar se inventó el noema
a Henry Miller no le importó y la pasó muy bien
y Villon vivió de todos los tamaños.

En la Argentina sabemos
que el auto
es la medida de todos los hombres
escriban o no.

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